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A menos de un mes de las elecciones, la fuerza política que salió segunda y sacó el 23 por ciento de los votos entró en crisis. La Coalición Cívica sufrió una fractura: ocho diputados del ARI se separaron del bloque de Elisa Carrió.
Cuando un partido llega a convertirse en la segunda fuerza política, se llega al punto en que se debe tomar la decisión de cerrarse en una suerte de sectarismo como si la única verdad fuera la propia, o abrirse a otras ideas con el riesgo de que se pierda el espíritu del partido. Parece que la Coalición Cívica tomó la segunda opción y esto disgusto a varios integrantes del ARI.
Las causas de esta fractura son varias, pero la principal es que dentro de la cúpula de la CC no hay ningún integrante del ARI, ni siquiera Elisa Carrió, que abandonó el partido hace unos meses. Además se cuestiona a varios integrantes de la misma como Alfonso Prat Gay, Santiago Del Sel y Patricia Bullrich. Esto no cayó bien en Eduardo Macaluse, ex jefe del bloque de Carrió que será reemplazado por Adrián Pérez. “Su designación fue algo que debería haberse tratado en bloque” admitió Macaluse a La Nación.
Tampoco gustó para nada el coqueteo con Ricardo López Murphy. Ni que se considere presidenciable a Alfonso Prat Gay, sin que esa decisión se haya discutido nunca en el seno del partido.
Marta Maffei, una de las ocho diputadas que abandonaron la Coalición, declaró en el programa “Periodistas, la era del hielo” que “existe desde el gobierno y los medios, la intención de convertir este debate interno en un circo”.
Integrantes del ARI disidente, y María Esstenssoro, una de las que se quedaron, admitieron que las diferencias no son irreconciliables. Pero los que abandonaron exigieron un debate interno donde puedan expresar sus ideas, siempre defendiendo sus banderas.
Después de las elecciones, Elisa Carrió y Mauricio Macri se cruzaron por quien iba a ser el máximo referente del espacio opositor. Habrá que ver como le va a Macri al frente de la jefatura de gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Su desempeño en ese cargo puede impulsarlo a ser un firme candidato para la presidencia en 2011, o por el contrario diluir su futuro político. Por el lado de de Carrió, con los problemas internos que tiene en la Coalición Cívica, parece difícil que pueda liderar un frente mucho más amplio.
ZeTTi !
Cuando un partido llega a convertirse en la segunda fuerza política, se llega al punto en que se debe tomar la decisión de cerrarse en una suerte de sectarismo como si la única verdad fuera la propia, o abrirse a otras ideas con el riesgo de que se pierda el espíritu del partido. Parece que la Coalición Cívica tomó la segunda opción y esto disgusto a varios integrantes del ARI.
Las causas de esta fractura son varias, pero la principal es que dentro de la cúpula de la CC no hay ningún integrante del ARI, ni siquiera Elisa Carrió, que abandonó el partido hace unos meses. Además se cuestiona a varios integrantes de la misma como Alfonso Prat Gay, Santiago Del Sel y Patricia Bullrich. Esto no cayó bien en Eduardo Macaluse, ex jefe del bloque de Carrió que será reemplazado por Adrián Pérez. “Su designación fue algo que debería haberse tratado en bloque” admitió Macaluse a La Nación.
Tampoco gustó para nada el coqueteo con Ricardo López Murphy. Ni que se considere presidenciable a Alfonso Prat Gay, sin que esa decisión se haya discutido nunca en el seno del partido.
Marta Maffei, una de las ocho diputadas que abandonaron la Coalición, declaró en el programa “Periodistas, la era del hielo” que “existe desde el gobierno y los medios, la intención de convertir este debate interno en un circo”.
Integrantes del ARI disidente, y María Esstenssoro, una de las que se quedaron, admitieron que las diferencias no son irreconciliables. Pero los que abandonaron exigieron un debate interno donde puedan expresar sus ideas, siempre defendiendo sus banderas.
Después de las elecciones, Elisa Carrió y Mauricio Macri se cruzaron por quien iba a ser el máximo referente del espacio opositor. Habrá que ver como le va a Macri al frente de la jefatura de gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Su desempeño en ese cargo puede impulsarlo a ser un firme candidato para la presidencia en 2011, o por el contrario diluir su futuro político. Por el lado de de Carrió, con los problemas internos que tiene en la Coalición Cívica, parece difícil que pueda liderar un frente mucho más amplio.
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